sábado, 16 de enero de 2010

" Soy una quejica, pero lo bueno es... <3 "

Parece ser que voy convirtiendo mi blog en un diario, bueno más bien en un lugar donde esporádicamente cuento mis alegrías o mis penas, pero la verdad es que escribir me hace desahogarme, así que ahí voy con una nueva ralladura de cabeza de las mías.

Como bien digo en la última entrada, estoy súper feliz, y ahora mucho más, en estos momentos ya voy notando que le importo y que está ahí porque lo siente y no por pasar el rato, pero sigo teniendo una no sé cómo llamarlo, ¿espinita?, y es que a veces siento que no quiere verme, o que le da más igual, si me ve pues genial, pero sino no pasa nada, ya otro día será. Y es algo que me duele bastante, llevo varios días intentando quitármelo de la cabeza, pues sus detalles me demuestran le importo, pero supongo que necesito que me lo demuestre y como ahora con exámenes está bastante complicada la cosa, me da que voy a tener ese sentimiento en mi cabeza bastantes días, hasta que lo vuelva a ver.

Muchas veces siento que le reclamo cosas, que le fuerzo, pero realmente no es mi intención, supongo que yo tengo un concepto equivocado de “conocer a alguien” y que cada persona es un mundo y no puedo exigirle que él tenga esas ganas de verme como las tengo yo. A veces parece que le estoy echando en cara las cosas, y la verdad es que no es así, simplemente me siento tan frustrada que no sé callármelo, es algo que debo aprender, pensar las cosas antes de hablar e intentar ponerme en su lugar. Es cierto, que a veces le digo las cosas porque me gustaría que él dijera Leti vamos a vernos, o simplemente que demostrara que tiene ganas de verme de verdad, y por ello tiro mucho o fuerzo demasiado la situación para que eso suceda y lo único que consigo es ponerme triste. También me gustaría que viera la universidad como un lugar para poder vernos y que el mismo fuera el que me dijera de pasar un rato juntos, no sé, tal vez el tenga razón y voy muy deprisa, voy a intentar tomarme las cosas con más calma y si puede ser dejar de calentarme la cabeza con esto, supongo que el tiempo lo pone todo en su lugar y aunque su tranquilidad a veces me agobie, la entiendo (pues como dice mi abuela, el mundo no se hizo en un día).

Parece que no paro de quejarme de todo, y no es así, lo que pasa es que le doy muchas vueltas a las cosas que me entristecen un poco. Mi madre todos los días me dice que le deje un margen, pero es que me da miedo, ya sé que es una tontería, pero a veces le digo las cosas porque tengo miedo a que el no ponga de su parte y esto no funcione, y yo quiero que funcione. Podréis decir que estoy loca, o lo que queráis, pero al principio pues claro, tenía una ilusión, para mí era especial y tenía ganas de conocerle, pero ahora se ha convertido en alguien bastante importante en mi vida y estoy tan ilusionada que no me gustaría para nada despertarme un día sabiendo que no está ahí.

A pesar de todos mis miedos, mis quejas y mis ataques de niña tonta, lo que he contado es una pequeñez comparada con las cosas buenas. Yo estoy súper a gusto con él, cada detalle que tiene es único, me gusta mucho su forma de ser conmigo, porque yo soy muy “ñoña” y nadie conmigo había tenido detalles tan significativos, cada día que lo veo es algo nuevo, su forma de demostrarme las cosas siempre es especial y digna de contar, me hace sentir como en un cuento, en el que por primera vez soy la protagonista.

Además hay algo que valoro mucho en un chico y es que sin forzar las cosas me haga sonreír, y él cada momento lo hace único, con sus risas y su forma de demostrarme el cariño. Me encanta sentirme como una quinceañera, a la que nada le importa porque sólo con una palabra bonita ya es feliz. Así que después de quejarme, os digo que me quedo con lo último, con todo lo bueno que me ofrece… =)

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