Sólo queda una semana...

Volviendo a las andadas y para no dejar pasar muchos más días, os vuelvo a contar como me siento.

He de reconocer que estos días he estado un poco tontica, supongo que es normal, pues como Laura dice “por mucho que confíes, las inseguridades al principio son normales, hay mucha guarra suelta…” jajaja. La verdad, es que en momentos puntuales he estado un poco celosa, incluso de gente que nunca hubiera tenido en cuenta si no hubiera sido por enterarme de que andaba sola por la vida. (No penséis que me paso el día celando, como he dicho han sido situaciones precisas en las que he dicho: “ala…”)

Como bien digo he estado pavica, pero también he de decir que él no da ningún motivo para desconfiar, que me da una tranquilidad increíble, sobre todo estos días en los que todo es perfecto, su forma de demostrarme que está ahí es inmejorable y su cariño cada día es más notorio. Me encanta despertarme con sus buenos días, hablar con él de todo, sus muestras de cariño… Además hablar por voz estos días también me hace sentir más a gusto, es como si lo tuviera más cerca. Me gusta pensar en que pronto nos vemos y que todo está bien. Pero sobre todo me fascina esa seguridad que me está mostrando estos días, cuando me dice yo tengo muy claro lo que quiero, es como si ya le diera igual lo que pasará mañana porque está disfrutando el hoy, y me encanta verle así.

Como todos sabemos yo soy un poco impaciente para todo, pero él me está enseñando a tener paciencia por las cosas que te importan y a darme cuenta que no por correr más las cosas son mejores, hay que disfrutar del camino y de la ilusión diaria, y olvidarte de las prisas, pues éstas nunca son buenas. Además lo he repetido por activa y por pasiva, pero hoy lo vuelvo a decir, yo no tenía prisa, solo necesitaba seguridad y no sabía cómo encontrarla, pero él ha encontrado la forma de dármela con todos esos pequeños detalles que forman mi día y que se hacen tan importantes para mí. Espero que todo siga así porque estoy feliz. =)

A veces siento que debería escribir de otras cosas, pero el resto de cosas ya las trato con él, este es el único tema que no tengo a quien contar tan extensamente y además prefiero escribirlo aquí, pues como bien le dije a él “a partir de ahora los problemas con él los resuelvo con él”. Así que como aquí nadie me lee puedo desahogarme tanto de mis alegrías como de mis penas.

Para concluir, dejo una frase que me gusta:
“Soy un libro que en blanco te espera, contigo me puedo escribir…”