¿Alguna vez os habéis sentido en un callejón sin salida, como si estuvierais metidos en una historia en la que sabéis que por mucha voluntad que tengáis no podéis salir solos de ahí?
Pues así me siento yo, que lucho sin respuesta alguna, que cada vez me introduzco más en ese callejón del que difícilmente podré salir sin ayuda, y me frustro. Yo soy bastante feliz y risueña, también muy luchadora, nunca me rindo ante las dificultades, pero también soy un poco insegura y miedosa y muy sensible, y cuando las dificultades que se presentan ya no están en mi mano, y ya no se qué puedo hacer por arreglarlas suelo entristecerme bastante, pues no sé, me agobia saber que lucho por algo que todavía no existe…
Algunos pensareis que estoy loca, que cada día tengo una historia nueva, pues tal vez sí, estoy para encerrarme en un manicomio, pero no sé es bastante duro que te digan que todo lo que creías no existe, que era tan solo una ilusión tuya. En ese momento te sientes como si estuvieran jugando contigo, como si todo lo que creías se esfumara en un instante y solo quedara el polvo de algo del pasado que se ha convertido en un recuerdo de algo que pudo ocurrir y nunca ocurrió.
Tal vez yo exagere las cosas, es cierto que no puedo pretender que en dos días surja el amor, porque ni siquiera yo puedo asegurar que estoy enamorada, pero si puede haber ilusión y ganas de estar con la otra persona, incluso se puede hablar de querer, pues para mi querer y amar es diferente, y yo puedo quererle y con eso me es suficiente para tener ganas de luchar por él, pero vuelve a ser lo mismo de siempre, yo sigo siendo una y yo sola no puedo con todo, por muchas ganas que le ponga a veces las cosas se desgastan y yo sola ya no sé tirar del carro para que estemos bien. Supongo que ya va siendo hora de darme cuenta que esto es cosa de dos, y que por eso mismo ambos tenemos que ver lo que queremos , ver si buscamos lo mismo el uno en el otro, y luchar por ello, pero ni uno más que el otro, los dos por igual, pues es lo justo para las dos partes.
Añoro las tardes que pasamos en Elche juntos, para mí no existía nada más, solo él y yo, no me importaba lo que pasara después, porque esos momentos eran especiales e irrepetibles, cada tarde era única, da igual lo que hiciéramos porque sólo con estar con él ya todo era maravilloso. Pero estos días se va notando la distancia, se siente el malestar y todo es tan raro que al final te gustaría que todo fuera un mal sueño, en el que al despertar todo estuviera igual que esos instantes tan bonitos que hemos vivido juntos.
Hace un rato lo estuve comentando con mi madre, ella está a favor de los dos, pues piensa que es normal que él no sienta amor todavía y que yo no paro de agobiarle, pero también piensa que yo necesito saber que tiene realmente ganas de estar ahí, dándole igual lo que pueda suceder mañana, porque lo que importa es el ahora y lo que queremos hoy.
En fin, supongo que el tiempo es al final el que decide las cosas, yo no puedo saber que pasara mañana, así que dejemos que lo ponga todo en su lugar. Yo simplemente voy a dejarme llevar…
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