
No se trata ya solo de una cuestión de sexo, aunque de eso también podríamos hablar porque cada día se llevan más los prototipos y no lo sentimientos, pero hablamos de otro tipo de relaciones, de las sociales, laborales... Sí, algo aparentemente tan fácil, pero que a algunas personas últimamente les está costando mucho tenerlas, ya que hoy por hoy si no cumples una serie de requisitos estéticos o tienes algo de lo que se puedan aprovechar, como diría mi hermana, “¡Ahí te quedas!”.
Lamentable, sí. Una situación beneficiosa para unos, a los cuales no les importa que esté así pues ellos tienen todo lo que desean, y terrible para otros, que tienen que luchar el doble por ganarse un puesto decente en nuestra sociedad. Lo cual tiene más mérito, lo malo es que muchas veces no se les da la oportunidad de demostrar lo mucho que valen.
Pensaréis que estoy loca, aquí soltando frases sin sentido. Pero debéis saber que todo esto tiene su explicación, y es que esta mañana he presenciado un ambiente muy desagradable.
Una chica de unos veinticinco años, más o menos, ha tenido que aguantar las burlas, insultos, de nos niñatos sin cerebro, por no ser agraciada físicamente. La verdad es que me ha dado mucha pena, porque la muchacha se ha quedado un poco triste y cuando le he dicho que les plantara cara, me ha respondido que “una ya se acostumbra a eso, no es la primera vez, hay gente que no respeta nada”.
A mí no me ha dejado indiferente esa realidad, y me ha dado por pensar mucho en ello. Podemos irnos por la explicación más rápida y decir que son unos mañacos, pero ¿realmente solo actúan así ellos?, yo creo que no. Estoy de acuerdo en que han exagerado porque eran unos críos, con más de dieciocho años, pero al fin y al cabo niños. Pero también sé que esta situación de rechazo se produce constantemente en nuestro entorno.
Hoy en día hasta para trabajar se valora mucho más el físico de una persona que las habilidades que tenga para desempeñar ese puesto laboral. Existen trabajos que potencian trastornos alimenticios, pues piden hasta un peso ideal para poder ejercerlos y otros en los que las chicas pasan por operaciones de cirugía estética sólo por tener un buen físico que entre dentro de los requisitos exigidos.
¿Es necesario que haya gente que tenga que poner su vida en peligro por cuatro inútiles que no saben valorar más allá de los prototipos que nos han marcado?, rotundamente, no.
No debemos aguantar que no nos valoren por nuestro físico. El desprecio que se recibe, bajo mi punto de vista, es un maltrato psicológico, ya que no deja indiferente a nadie y afecta bastante, acabas no teniéndote amor propio y eso es lo peor que te puede pasar.
Deberíamos concienciarnos de ello y aprender a no juzgar sin conocer, a no dejarnos llevar por los modelos que no han impuesto. Es difícil, pero seriamos todos un poquito más felices.
Y por lo que respecta a la chica de esta mañana, debe de ser muy duro para ella estar pasando por ello, no se le veía feliz, y la entiendo, es doloroso darte cuenta de que te tratan como un perro por ser distinta, no peor.
¡Qué asco de superficialidad!, ¡Menuda sociedad!
1 comentario:
Bueno, si que es cierto que en la mayoría de empresas lo primero que te miran a la hora de hacerte una entrevista son las tetas y el culo, pero también las hay en las que no... de todas formas estoy de acuerdo contigo en que se han implantado en nuestra sociedad unos cannones de belleza y quien no los cumple pasa a ser un bicho raro. Aun así no comparto que la gente se deje tratar asi...
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